Una prótesis u ortesis permite a una persona con discapacidad o discapacidad funcional mantenerse activa, productiva e independiente, participar en la sociedad y llevar una vida sana y digna. Una ortesis o prótesis de buena calidad, cuando es apropiada para la persona y su entorno, tiene un impacto significativo en el nivel de independencia de la persona y reduce la necesidad de servicios de apoyo formal.

Valoración

Como en cualquier rama de la medicina se debe hacer una historia clínica (anamnesis y exploración física) que contenga la información que será de utilidad durante el proceso de rehabilitación. Además, se efectuará la valoración específica para la fisioterapia en la que se consignen los rubros importantes para conocer al paciente y crear su programa de rehabilitación individualizado. La evaluación cuidadosa y completa da la pauta para saber si el enfermo es elegible o no (candidato) para la utilización de una prótesis. Programa preprotésico La rehabilitación temprana tiene muchos objetivos, entre otros optimizar recursos económicos y tiempo y, por encima de todo, reducir el grado de discapacidad del sujeto y acortar su duración. Por esta razón es importante iniciar toda esta etapa tan pronto lo permitan las características del paciente, es decir, cuando este se encuentre física y metabólicamente estable.

Después de la valoración y antes de comenzar con el programa preprotésico se deben conocer los objetivos del amputado, y asimismo él debe saber cuáles son los del fisioterapeuta, para contar con una herramienta importante de información que permita la elaboración realista del programa. En el comienzo de la terapia preprotésica en el centro especializado el aspecto fundamental para el buen éxito de la rehabilitación es el perfil psicológico del paciente.

Por esa razón él asistirá a las sesiones de un grupo de apoyo en las que compartirá experiencias con minusválidos en la misma situación, y con ello sienta la motivación para iniciar el programa.

  •   Higiene postural: es necesario detectar cualquier alteración en la postura, y corregirla de manera temprana. Es indispensable evitar contracturas, y para ello se explicarán al paciente las posturas que debe evitar y las que debe adoptar, con el objetivo de lograr la posición óptima para la colocación de la prótesis. En los pacientes en los que no se consigue la corrección de dichas alteraciones la colocación de la prótesis y la marcha se dificultarán de forma considerable
  •   Acondicionamiento físico general: en los pacientes amputados la pérdida de la extremidad distorsiona y merma las reservas energéticas, la capacidad pulmonar y el volumen sanguíneo. El programa de acondicionamiento físico tiene como objetivo recuperar la capacidad perdida y optimizar la reserva energética.
  •   Cuidados específicos del muñón: el cuidado del muñón se basa en el vendaje inmediato y el cuidado de la herida. Además, es muy eficaz el uso de texturas, cremas, masajes y el examen frecuente del muñón. El vendaje que requiere un muñón tiene características muy especiales, y su colocación debe ser realizada y vigilada por un fisioterapeuta experto en la materia, además de revisar la herida para asegurar su completa cicatrización.

Funciones del vendaje: 1. disminuir el edema 2. aplacar la inflamación 3. aminorar el dolor 4. disminuir la sensación y el dolor fantasma 5. aumentar la propiocepción 6. ayudar a integrar la nueva imagen y el esquema corporal 7. modelar al muñón para la mejor adaptación del socket Existe también una alternativa para alcanzar los objetivos del vendaje en una forma más sencilla y eficaz. El paciente a menudo no se coloca el vendaje por sí mismo, y cuando lo hace puede cometer errores que afecten la conformación del muñón. Es por ello por lo que la colocación del “liner” o funda de silicona, en sustitución del vendaje habitual, resulta sumamente eficaz por diferentes razones, de las cuales la más importante es la presión constante y simétrica sobre la superficie del muñón.

Por otra parte, cumple así una función importante: el muñón se habitúa al material que usará en su prótesis, y el uso temprano permite conocer si existen reacciones alérgicas al material del que está compuesto el liner, y en su caso se procederá a tratarlas de forma oportuna.

  •   Fortalecimiento: el programa de ejercicios para el fortalecimiento musculoesquelético es clave para la rehabilitación. Un sistema (“rutina”) de ejercicios para músculos específicos es de gran utilidad, pues mejora la tonificación muscular y refuerza la capacidad del paciente, con ello lo prepara para la colocación y utilización de la prótesis

Equilibrio: las técnicas específicas para que el paciente adquiera equilibrio en una sola extremidad son de gran importancia en el programa de rehabilitación preprotésica. En los casos en los que la persona no consigue dominar esta destreza, la colocación y el uso de la prótesis pueden quedar seriamente entorpecidos

  •   Uso de aditamentos: el aditamento que requiere el amputado para ayudarse en su traslación debe ser un dispositivo que aproveche los puntos fuertes de su estado mental, fuerza, equilibrio y destreza, con el objeto de recomendar o proveer el más adecuado para lograr la independencia locomotora, teniendo presente siempre la seguridad de la persona.
  •   Dolor y sensación fantasma: la sensación, el dolor fantasma y el del muñón pueden constituir obstáculos importantes para la adaptación y el uso de la prótesis. La OMS define el dolor como “una sensación desagradable secundaria a un daño tisular real o potencial que afecta las tres partes del sistema nervioso, alterando incluso emocionalmente a la persona”. La estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS) con frecuencia ayuda a disminuir la sensación y el dolor fantasma que presentan los pacientes Se considera que el discapacitado está apto para recibir una prótesis cuando el proceso de aceptación se ha terminado, él alcanzó ya la estabilidad física y metabólica, posee la fuerza muscular necesaria, y los arcos de movimiento son suficientes para mantener el equilibrio y controlar la postura. Asimismo, el muñón no debe doler absolutamente, y tendrá la forma cónica adecuada para recibir la prótesis.